La Motivación

Si queremos tener éxito en nuestras clases y que éstas tengan éxito, no debemos de dejar de motivar a los niños. Esta motivación debe ser contínua y en tres pasos: motivación antes, motivación durante la actividad y motivación después de la actividad.

Así por ejemplo, pongamos que quiero explicar el cuerpo humano a alumnos de tercero de primaria.

MOTIVACIÓN ANTES

Les enseñaría una imagen de un astronauta o de un deportista y les preguntaría como ha llegado a ser tan diestro con su cuerpo, que es lo que ha hecho para entrenarse y estar en forma. La imagen iría acompañada de una narración que fuera corta pero interesante.

A continuación verificaría sus conocimientos previos, que partes del cuerpo  saben nombrar y señalar, si conocen las tres partes principales del cuerpo humano (cabeza, tronco, extremidades), si saben gracias a qué se sostiene el cuerpo, qué son las articulaciones.

Preguntaría qué movimientos más usuales realizamos al movernos (caminar, saltar, correr, bailar, etc..),

Les presentaría algún tipo de problema, por ejemplo: ¿Qué pasaría si no tuviéramos huesos? ¿Qué pasa con las personas que tienen problemas de movilidad? Para que vayan diciendo todos los problemas e impedimentos que se encuentran a lo largo del día.

También les pediría que pensaran en cómo haríamos la escuela habitable para una persona que fuera en silla de ruedas, etc.

Pediría la colaboración de los padres en el aporte de información, material, estudio.

MOTIVACIÓN DURANTE

Procuraría en cada sesión explicar con mis propias palabras el texto que después vamos a leer, y que este texto tuviera imágenes agradables de situaciones relacionadas que comentaríamos y que incluso representaríamos con mímica, dramatización… a continuación leeríamos el texto en voz alta.

Preguntaría si lo han comprendido y haría preguntas para que me respondan en forma oral, verificaría si han comprendido todo el vocabulario, y pediría al final que levanten la mano si queda alguna duda.

Procuraría contar en clase con buenos materiales sobre el cuerpo humano para todas las sesiones de la unidad didáctica: láminas, papel grande por si tenemos que hacer la silueta, revistas, muñecos anatómicos, vídeos, láminas con personas con diferentes aspectos, vídeos muy cortos, báscula de pesar, cinta métrica, radiografía de huesos, papel de estraza o cartulinas para hacer murales trabajando en equipo, les mandaría traer de casa fotos de ellos cuando eran pequeños, de personas adultas , de personas mayores, que investiguen sus primeros años de vida…pero sobretodo haría que usasen la observación y manipulación de su propio cuerpo y de sus compañeros: su piel, sus cartílagos, sus articulaciones, sus músculos.

Utilizaría mucho las preguntas orales para ver si van reteniendo el vocabulario y miraría que comprueben que este vocabulario es muy útil en la vida diaria, por ejemplo comentando noticias de algún deportista que se ha lesionado, haciéndoles construir frases, buscando noticias en algún periódico sobre la infancia, tercera edad, etc.…comentando sobre la importancia del cuidado del cuerpo para ser saludables.

Antes de realizar las tareas de indagación les explicaría muy bien lo que tienen que hacer y les recordaría que deben presentar sus trabajos lo más limpios y pulcros posible, para que su cuaderno “de muchas ganas de estudiar”.

Procuraría que las tareas escritas fueran adecuadas al grupo-clase y a cada sesión.

MOTIVACIÓN DESPUÉS

Después de cada tarea en el cuaderno la revisaría de inmediato y elogiaría lo que está bien y lo que está mal lo corregiría.

Demostraría mi satisfacción al aportar revistas o fotografías de casa, con su fecha, su explicación, igualmente valoraría las preguntas que han hecho a sus padres para indagar sobre su infancia, etc.

Valoraría su participación en los murales, valorando si todos los miembros de cada grupo han colaborado, elogiaría estos y si están bien los pondría en el blog del aula.

Calificaría cuanto antes los controles escritos y los comentaría con cada uno, corrigiendo sus fallos y alabando sus aciertos.

Elogiaría los hábitos adquiridos (sueño, higiene, postura…).